Sólo tengo que decir que hace dos meses no escribo.
Y eso podrá decir poco, mucho, nada, casi nada,o todo.Sí que lo es todo, nadie tiene idea de lo que me estuvo pasando en estos dos meses. Ni siquiera yo. Reí tanto, lloré mucho más...
Descubrí lo fácil que es hacerme daño a mi misma, para no herir al otro.Entendí que no merezco la mitad de las cosas que tengo o que quisiera tener, por eso desaprovecho. Desaprovecho esto y aquello. No quiero esto y menos lo otro. Todo porque no lo merezco. Y dicen que aceptamos lo que creemos merecer,por eso mismo no acepto.Dejo fluir las cosas.
Nadie pero nadie de mi alrededor , sabe lo que me cuesta ser yo . La verdadera esencia que guardo en mí desde que nací, desde que me fui formando. Aquella persona que hasta me da miedo mirarla honestamente al espejo, porque guarda secretos temibles. Y cada vez que veo aquel reflejo,me veo y contemplo tal oscuridad,que me arrasa una ola de frialdad. Y me recorre por momentos , lentamente, y por otros muy fugaces...una ráfaga de escalofríos.
No puedo en una sola entrada explicar todo lo que me pasó en estas semanas, solo que mi vida dio una vuelta de tuerca. Que aquel bálsamo consolador ya se gastó y simplemente al vaciarse, no guardé el envase. Sólo lo deseché. Que aquella persona que vi inalcanzable todos los días de mi secundaria, hoy puedo alcanzarla con tan sólo una mirada. Que hoy mismo puedo decir, hoy... que ayer me di cuenta que la vida es a propósito y que tiene propósitos. Que ayer la vida misma me demostró, que todo lo que no se supera vuelve, y vuelve, y no deja de volver. Que cuando uno tapa viejas heridas con excusas, sólo consigue mentirse a uno mismo. ¡y cómo duele! .
Sólo puede afirmar desde lo profundo de mis entrañas que hoy, gracias a Dios, me entiendo. Y lo otro ya no importa. No estoy tan perdida como ayer, entendí varias cosas. Voy a empezar a disfrutar las pequeñas cosas que me mueven en la vida, esas que me hacen ser feliz (por momentos efímeros) .
Y voy a bailar, bailar hasta cansarme. Que es lo que más me hace olvidar las penas.