Las palabras nunca alcanzan cuando lo que hay que decir desborda el alma.

martes, 8 de abril de 2014

Un libro limpio que no quiere ser ensuciado .

Más de un mes ,cada día que fue transcurriendo, pensé miles de pensamientos para poder escribir en el blog o en cualquier papel vacío que encontraba. Cada hoja blanca que podía llegar a observar de algún libro ,mi corazón palpitaba impaciente para ver a mi mano ,por fin, actuar y simplemente redactar. Hace poco tuve la posibilidad de tener en mis manos un cuaderno totalmente vacío. Mi corazón,colmado de alegría, como cuando un niño mete un gol,como cuando a una persona inútil le da resultado un cálculo de matemática, como cuando a una bailarina practica un paso y tiene éxito,como cuando uno siente que tiene la oportunidad de hacer -algo grande-, como cuando simplemente el corazón se colma de gozo ,yo estaba así. 
Es inexplicable por que un simple cuaderno ,reitero ,vacío; me hacía/me hace sonreír. Al poder tenerlo en mis manos comencé a pasar las páginas, y en mi cabeza bailaban en sintonía una inmensidad de palabras y frases. Todavía no encuentro las palabras como para definir las ganas que tenía y sigo teniendo de poder llenar ese libro con una historia. Quiero escribir y escribir, tengo la necesidad de tomar el libro y una lapicera y que nada me detenga. 
Me es difícil saber, que como toda persona ,tengo miedo de arruinarlo todo. Por el maldito miedo a equivocarme sufro la condena de no hacer lo que quiero . Ya me senté en mi escritorio ,tranquila, escuchando "River flows in you"-como motor de inspiración-, pero NO PUDE. ¿Hay algo todavía más decepcionante que no poder concretar algo que llevas en la sangre?. Incluso cuando quiero empezar a trazar líneas,palabras,oraciones, no tengo el valor de hacerlo. 
Quizá cuando menos lo espere, tenga una historia en mente y pueda transcribirla. Quizá cuando menos lo espere, empiece -indiferentemente- a escribir. 
Lo que no voy a permitir , como siempre, es no dejar por escrito cada error que tuve para llegar allí. Es decir, los errores no se tapan.Como cuando el agua hierve y por más que no halla un espacio visible, el vapor brota con impaciencia . Hay que saber admitir los errores y entender,comprender,aceptar, que si no fuese por ellos no llegaríamos a tal lugar. 
El vapor se puede prevenir,uno mismo puede frenar o ser frenado ,antes que la situación explote...o el vapor puede salir disparado y esfumarse,hasta desaparecer. Es decir, cada uno sabe -consciente o inconscientemente- cuando va a cometer un error. Forma parte de uno mismo la intención de querer aceptarlo o dejarlo surgir y olvidar. 
Ocurre que por más que el vapor emerja, el agua hierve, y cuando el agua desaparece convirtiéndose en vapor...no hay reintegración.

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